Declarado primer parque nacional de Canadá en 1855, el montañoso perfil de Banff, sobre todo el fondo de inmensos cielos, es el ejemplo más típico de las montañas Rocosas de Canadá. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco debido a su famoso paisaje espléndido y escaparado, el parque nacional de Banff atrae cada año a más de cuatro millones de visitantes procedentes de todos los rincones del planeta.
Se encuentra al sudoeste de Alberta, en la frontera con British Columbia, en las montañas Rocosas. A unos 130 kilómetros al oeste de Calgary. El parque nacional de Banff está abierto todo el año, pero la temporada alta es en julio y agosto.
El prque nacional de Banff abarca 6.641 kilómetros cuadrados de praderas cubiertas de hierba, exuberantes bosques de abetos, pinos, álamos y piceas, además de montañas escarpadas de piedra caliza y pizarra cubiertas de líquenes que tienen entre cuarenta y cinco y ciento veinte millones de años.
Aparte de por el espectacular paisaje que nos ofrece, Banff es famosos por sus animales salvajes. Sus 54 especies de mamíferos incluyes alces, cabras montesas, carneros de las Rocosas, venados de cola blanca, ciervos mulos, pumas, osos negros y pardos, y la colonia de caribús de bosque, en peligro de extinción, más al sur de Alberta.
Hay muchas cosas que hacer y ver en este parque: senderismo, observar aves, pescar truchas, navegar en barca, explorar Castelguard (el sistema de cuevas más grandes de Canadá) o recorrer en coche la espectacular carretera de Icefields Parkway.
Asimismo, el parque nacional de Banff contiene siete lugares históricos nacionales: Stoki Lodge; Abbot Pass Hut; Howse Pass, Cave and Basin; el museo de parque Banff; Fairmomnt Banff Springs Hotel; y el Cosmic Rays Observatory en el monte Sanson.
Por último, una experiencia hermosa es estar rodeado de 10 picos nevados que alcanzan los 3.030 metrros de altura, mientras remas en una canoa por las aguas turquesas del lago Moraine. No te pierdas sus increíbles vistas.
Foto vía Los Viajeros