A unos 80 kilómetros al norte de San José, en la cresta de la Cordillera Tilarán, se encuentra una reserva notable no sólo por su impresionante bosque tropical, sino también por un experimiento social y medioambiental único.
La reserva tropical del bosque nuboso de Monteverde fue creada por 40 cuáqueros que abandonaron Alabama (Estados Unidos de Norteamérica) en 1950 en busca de libertad política y religiosa. Compraron terrenos a costarricenses locales y desarrollaron una granja lechera en las pendientes empinadas. Los ecologistas avanzados a sus tiempos, apartaron una zona de bosque tropical nuboso virgen para proteger la cuenca.
Hoy en día, la reserva protege 10.360 hectáreas de bosque, aunque n es una bolsa aislada de conservación. El proyecto de los cuáqueros y los visitantes han inspirado a otros propietarios de tierras a reservar bosques y crear senderos naturales.
A la reserva se puede llegar a través de la ciudad de Santa Helena a 182 kilómetros al noroeste de San Jose y a sólo 35 kilómetros al norte de la Autopista Panamericana.
El bosque alberga una asombrosa variedad de fauna y flora, incluido el brillante pájaro rojo quetzal, los tucanes, los pájaros cantores, el pájaro paragus de cuello desnud, el tapir en peligro de extinción, los monos, los armadillos y el dorado sapo de dos pulgadas de brillantes colores. Además, las orquídeas y las bromelias adornan los antiguos y altos árboles de los bosques tropicales, mientras que más 200 especies de helechos proporcionan una maleza húmeda y rica en olores.
Los cuáquero permanecen decididos a no sacrificar este medio ambiente único a favor del turismo en masa, aunque han desarrollado un amplio abanico de diversiones para los visitantes, ordenadas de manera muy discreta para no comprometer la belleza natural de la zona.
En el pueblo de Monteverde hay hoteles, lugares de ocio, tiendas, instalaciones de acampaday librerías. En la reserva, el centro de visitantes ofrece mapas de los senderos, así como detalles sobre aves y mamíferos que se pueden ver en el bosque, y dos lugares simples pero confortables permiten caminar durante días sin abandonar este mundo encantado.
Foto vía Tropical Discovery