En El Cairo, capital de Egipto, encontraremos un oasis de paz y tranquilidad, lleno de belleza y historia. Se trata del barrio copto, el corazón de la comunidad copta en Egipto. Sin duda, su visita merece mucho la pena. Se llega fácilmente a través del Metro egipcio apeándose en al estación de Mar Girgis o bien cogiendo un taxi lo que supondrá toda una experiencia.
Este lugar siempre ha sido un baluarte de la cristiandad y hubo un tiempo en el que se podían ver más de veinte iglesias en menos de un kilómetro cuadrado, aunque hoy en día sólo han sobrevivido unas cuantas.
Existen dos entradas al recinto: una escalera hundida junto a la pasarela superior del Metro permite acceder a la mayor parte de las iglesias y la sinagoga, mientras que la entrada principal se emplea para visitar el Museo Copto y la preciosa iglesia colgante.
Dedicada a la Virgen María, la denominada iglesia colgante está todavía en funcionamiento y recibe el calificativo de colgante o suspendida porque fue construida en la parte superior de la puerta del agua en la Babilonia romana. Se accede a ella de forma gratuita y se puede oír la misa copta.
Otra vez en Sharia Mar Girgis, el primer portal al norte de la entrada principal conduce al monasterio griego ortodoxo e iglesia de San Jorge. Bajando una escalera hundida junto a la pasarela, a lo largo del callejón, el primer portal a la izquierda conduce al patio del convento de San Jorge.
Para llegar a la magnífica iglesia de San Sergio hay que bajar la calle donde se alza el convento de San Jorge, seguirla hacia la derecha y después traspasar la entrada de la iglesia situada a la izquierda. Esta iglesia es muy famosa porque fue construida sobre una cueva en la que, supuestamente, la Sagrada Familia buscó refugio durante su huida a Egipto. Además, es la iglesia más antigua dentro de las murallas, con columnas de los siglos III y IV.
Siguiendo el callejón a la derecha, se accede a la sinagoga Ben Ezra y a la izquierda a la iglesia de Santa Bárbara. La sinagoga es la más antigua de Egipto pues data del siglo IX. En el siglo XII, fue restaurada por Abraham Ben Erza, rabino de Jerusalén, del que proviene su nombre actual.
Foto vía Sobre Egipto