La Camarga es una amplia área de pantanos formados por el delta de los ríos Gran Ródano y Pequeño Ródano en las cercanías del mar Mediterráneo en Francia. Se trata de una zona protegida de enorme belleza llena de animales salvajes. Se cree que su nombre deriva de Caius Marius, un general romano que poseía amplias extensiones de tierra en esta región.
Las praderas y lagunas son el hogar de los famosos toros negros, que deambulan a su aire y son cuidados por gardians, el equivalente francés de los vaqueros, que cabalgan sobre los magníficos caballos de la Camarga, considerados descendientes de una raza antigua. Estos son marrones o blancos al nacer, mas todos son blancos cuando cumplen cuatro años y, como los toros, también se encuentran en libertad.
Toda la región es muy rica en animales salvajes, con castores, tejones, jabalíes y, especialmente, aves. Aquí pueden encontrarse 337 especies de aves, y las más famosas son los flamencos, el símbolo de la comarca. El Etang Fangassier es la única zona de Europa en la que los flamencos crían en grandes cantidades, y cada año pueden reproducirse hasta 13.000 ejemplares.
Los pantanos del norte se secaron hace unos sesenta años y se rellenaron de agua dulce para cultivar arroz. En la década de 1970, la Camarga producía el 75% de todo el arroz que se consumía en Francia. También existen otros cultivos, como trigo, uvas y fruta, y hacia el este, donde el gran Ródano se encuentra con el mar Mediterráneo, se halla una de las mayores salinas del mundo. En algunos de los diques existen senderos, o se pueden alquilar una canoa o un caballo para explorar la zona.
Finalmente, hay que disfrutar con Las Stes-Maries-de-la-Mer; el festival romaní en mayo; y el parque ornitológico. La mejor época para visitar la Camarga va de marzo a octubre, y se llega sin dificultad por carretera desde Arlés.
Foto vía Lalaure.fr