Si salimos a la calle a preguntar dónde están los mejores lugares para pasar un buen fin de semana de veraneo o simplemente echar el día, nos cansaremos de escuchar las playas de Cádiz, Málaga, Huelva… todas ellas preciosas, y con mucho encanto.
Pero no todo acaba ahí. Hay rincones desconocidos para gran parte de los que buscan unas buenas vacaciones en Andalucía, y uno de ellos, es Salobreña y su playa.
Salobreña es un pequeño municipio situado en la costa de Granada, y con algo más de doce mil habitantes, es un reducto muy apreciado por todos los granadinos y miles de turistas que la visitan no sólo en verano, sino también en otoño y primavera. Pero ahora bien, ¿qué tiene exactamente de especial? Sólo con echarle un vistazo a la fotografía (tomada por Dirk Hartung), nos queda claro que la playa es su punto más fuerte. ¿Acaba todo ahí? Desde luego que no.
Gracias a que es un municipio bastante compacto, puedes localizar absolutamente todo lo que buscas, sin apenas tener que coger el coche. Zonas de fiesta, pubs, tiempo libre, grandes parques… todo ello en prácticamente la palma de la mano. Y si se trata de ir a la playa, más cerca aún.
Gracias al fácil acceso de la playa, en los meses previos al epicentro del verano, es muy fácil aparcar a sólo unos metros de la playa, y en plena época de Julio o Agosto, puedes conseguir fácil aparcamiento a, como mucho, cinco minutos andando. Todo esto, mientras que por el camino, encuentras multitud de heladerías, zonas de ocio, terrazas, atractivos bares… muy poco falta para ser un destino perfecto.
Pero por supuesto, Salobreña también cuenta con sus monumentos históricos, siendo el más importante de ellos, el Castillo de Salobreña. Con más de once siglos de antigüedad, se puede visitar tanto en invierno, como en verano. Y sea cual sea la estación, gracias a su clima mediterráneo, es un lugar digno de pasar muy buenos momentos. La sensación de hogar, está garantizada.