Corea del Norte continúa siendo un país cerrado y con poca conexión con el exterior. No obstante, quiere abrirse al turismo. Así, la última novedad está en que se puede viajar a la Corea comunista para practicar el esquí.
De este modo, llegar a Masik sólo es posible con la agencia Koryo Tours, una de las pocas de ese país asiático. Desde hace unos meses se puede acudir al resort de invierno construido, por mandado del presidente coreano Kim Jong-un, en el desfiladero de Masik, en la provincia de Kangwon.
Esta estación de esquí se encuentra a unos 185 kilómetros al este de Pyongyang y dispone de un gran hotel y pista de aterrizaje para helicópteros. Masik Pass Ski Resort cuenta con más de 16 kilómetros de pistas a una altitud de entre 1.350 y 650 metros y el forfait vale unos 30 euros por día.
El hotel está compuesto por 120 habitaciones, piscinas, restaurantes, karaokes y saunas. Un lugar ideal para disfrutar del esquí en un país tan singular como Corea del Norte.
Pero los planes de Corea del Norte van más allá del esquí. Turismo e infraestructuras van de la mano y el gobierno de Corea del Norte planea expandir sus rutas ferroviarias a China y Rusia lo que supone un esfuerzo más de Pyongyang para atraer más turistas.
Así, sigue la expansión del proyecto conjunto de viajes internacionales puesto en marcha en abril de 2012 con una empresa de Hong Kong. En la actualidad, la compañía conjunta opera tres líneas que conectan Pyongyang con las ciudades chinas de Dandong, Pekín y Shenyang.
La idea de las autoridades de Corea del Norte pasa por establecer nuevas conexiones con ciudades rusas. La compañía apuesta por la apertura de una red ferroviaria que conecte Pyongyang con Vladivostok, Jabárovsk y Moscú en un futuro cercano. Todo para abrir al turismo a Corea del Norte.
Foto vía Euronews