Desde los tiempos faraónicos hasta el comienzo de la centuria pasada, el ciclo de la vida egipcia estaba gobernado por la crecida anual del río Nilo. La prosperidad dependía totalmente de la inundación sus agua, si bien sólo en la justa medida, pues en exceso era muy perjudicial.
Por tal motivo, había que conocer la crecida del Nilo con antelaci´no para saber a que atenerse. Por ello, se construyeron una serie de nilómetros a lo largo de todo el valle del río Nilo. El más importante está ubicada en la la isla de Rhoda, en El Cairo, la capital de Egipto.
La isla de Rhoda esta situada en el río Nilo, a la altura de El Cairo antiguo. Habitada desde la época de las pirámides, incluso tuvo puerto, contó con unas atarazanas y los romanos construyeron en ella una fortaleza idéntica a la de Babilonia.
Aunque ha perdido el encanto de épocas pasadas, los modernos bloques de pisos escasean hacia el extremo meridional, que se convierte en una zona digan de conocerse. El río, de un kilómetro de anchura, se alza espléndido y enorme, con lechos de juncos en las alejadas orillas. Actualmente, sólo un estrecho canal separa la isla de la Corniche, y un puente peatonal permita el accesso al nilómetro desde el barrio copto de El Cairo.
En esta lugar, funcionó un nilómetro desde tiempos faraónicos, aunque el actual fue erigido en 861 y el singular quiosco cónico que lo remata se trata de la moderna recreación de un edificio turco. El nilómetro presenta el aspecto de un pozo grande con paredes de piedra que desciende varios metros por debajo del nivel del Nilo.
Al salir del nilómetro, sugiero girar e a la izquierda y seguir la acera que rodea el Palacio Munasterli, edificado en 1851 en el lugar donde anteriormente se alzaba la mezquita del nilómetro desde el siglo XI. Hoy en día se utiliza como centro de arte. También existe un anexo acondicionado como Museo de Umm Kulthum dedicado a la cantante más importante que haya conocido el mundo árabe.
Foto vía Stamati