Budapest, la capital de Hungría, es una de las ciudades más preciosas y famosas de todo el mundo. Recibe muchos visitantes, sobre todo, europeos llegados durante los fines de semana. Su maravilloso centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 1987. Budapest enamora en todo momento.
Se suele decir que el río Danubio separa Budapest en dos partes, que son las que dan nombre a la localidad, sin embargo la realidad indica prácticamente lo contrario: el río sirve de nexo de unión entre Buda y Pest formando una sola ciudad.
El segundo río más largo del continente europe toma aquí un encanto especial reflejando en sus aguas la preciosidad de los edificios de Budapest y desplegando sobre ellas ocho maravillosos puentes. Una estampa típica de la capital magiar.
El puente ubicado más al norte es el Ferrocarril del Norte. El puente Arpad (Arpad hid, 1950) sobresale por ser l único que posibilita acceder en coche en la isla Margarita. El puente Margarita apoya su centro sobre el extremo sur de esta bonita isla.
Luego, llama la atención el puente de las Cadenas (Széchenyi Lánchid) que es el más famoso y antiguo y el que mejor representa la unión de las dos ciudades. Asimismo, el puente Isabel (Erszébet hid), que miede 290 metros de longitud y presenta un blanco reluciente, fue inaugurado en el año 1964.
Por otra parte, el puente de la Libertad (Szabadsag hid), que mide 331 metros, se halla decorado con el Turul (el ave mítica y símbolo de los antiguos magiares) y es posiblemente el más bonito de todo Budapest.
Finalmente, el puente Petófi (Petófi hid), de perfil más moderno, fue concluido poco antes de desatarse la Segunda Guerra Mundial. Por último, el puente del Ferrocarril del Sur es el postrero de los puentes de la capital magiar sobre el río Danubio.
En definitiva, si vas a Budapest tienes que disfrutar contemplando estos bellos puentes y, por supuesto, paseando por ellos. Toda una experiencia.
Foto vía Turismo en fotos