Si uno busca un lugar paradisíaco, diferente y natural, acertará plenamente si viaja a la lejana Upolu Island la cual pertecene a Samoa (Oceanía). No es un destino barato desde España, pero merece la pena ahorrar para ir allí al menos una semana en nuestra vida. Se hará duro volver al mundanal ruido.
En plena Polinesia, los Mares del Sur bañan con sus aguas las costas de la isla de Upolu. Se encuentra en pleno oceáno Pacífico, entre el Ecuadro y el trópico de Capricornio. Todo un paraíso terrenal.
Comenzamos la visita por la bahía de Apia. Se trata de un lugar que emborracha de elleza y del que nunca te querrás ir. Por ejemplo, el escritor Robert Louis Stevenson vivió en una colina de Apia sus últimos años. Apia, que está situada en la isla de Upolu, es la capital de Samoa y a la única población a la cual se la puede considerar una ciudad.
El mercado de Apia, que incluso funciona también de noche, es un buen reclamo para los amantes del shopping: desde cocos y cacao hasta tallas de maderas y tambores. Aquellos europeos que no están acostumbrados a este tipo de mercado callejero, siempre se sorprenden al llegar al de Apia, porque es otra de forma de comprar, si prisas, con inmensa tranquilidad.
Y mientras allí se compra, los hombres del lugar, en un extremo del mercado, se reúnen alrededor de una cacerola llena de kava, mientras charlan de lo divino y lo humano.
Ademá de Apia, dondes su Torre del Reloj es el punto de referencia para encontrar cualquier direccion en la zona colonial, la isla de Upolu dispone de varios rincones preciosos. Desde la península de Multinuu, con monumentos de la colonia alemana, británica, americana, incluso alguno samoano, hasta las cataratas de Papasea Sliding Rock, que son de distintos tamaños con sus aguas cristalinas y que se hallan rodeadas de una impresionante vegetación.
Foto vía Travel with Viamigo