Situada en la costa sur de Bahía, al nordeste de Brasil, la península de Maraú es una zona de playas vírgenes, selva tropical, ríos y cascadas. Barra Grande, el pueblo más importante de la bahía de Camamu, la tercera más grande de Brasil, es la base perfecta para explorar este paraíso, esta maravilla. Una vez allí, uno puede pasear, nadar, tomar el sol, bucear, pescar, relajarse y, en definitiva, disfrutar la vida.
Con la atmósfera de un tradicional pueblo pesquero y un paisaje virgen, Barra Grande es un refugio tranquilo y encantador para aquellos que quieran alejarse del mundanal ruido. En las calles no pavimentadas no hay coches, literalmente, toda vez que los lugareños prefieren vivir a un ritmo sosegado.
Además, la arquitectura sencilla está acompañada de jardines exuberantes con flores exóticas de color violeta, naranja, amarillo y rojo. Todo un espectáculo.
Este pueblo pintoresco, rodeado de cocoteros y mangos, posee una sorprendente variedad cultural que se manifiesta en su amplio abanico de bares y restaurantes, que ofrecen al visitante todo tipo de sabores. Sin embargo, el verdadero atractivo de la zona son sus playas. La playa Mangueiras, la principal del pueblo, tiene una fina arena blanca y unas aguas azul cielo. Resulta un marco perfecto para relajarse con una caipiriña contemplando las hermosas puestas del sol.
Además, el submarinismo y el buceo son muy practicados en esta zona de Brasil, que cuenta con una gran diversidad de vida submarina y abundantes especies de peces y corales ricos y coloridos.
Por último, dando un pequeño paseo desde Barra Grande, se puede llegar hasta Ponta do Mutá, el punto más nororiental de la península, donde se encuentra ubicada la playa Coqueiros. Allí, se pueden ver hermosas formaciones rocosas que sobresalen del agua, y un faro que sirve de almenara en una antigua forlaleza portuguesa.
Foto vía Foro de Viajes de Viajeros por el Mundo