El Cairo, la bella capital de Egipto, cuenta numerosos atractivos turísticos y un icono mundial: las Pirámides de Gizeh y la Esfinge. Además, las dos instituciones sagradas de los cairotas son las mezquitas y los cafés.
Los egipcios acuden a las mezquitas de El Cairo con devoción y pasión. Así, los viernes, día santo de los musulmanes, millones de hombres se postran ante Alaá sobre esteras en las calles, en las mezquitas, en los comercios o en sus casas, mientras los altavoces de los minaretes entonan pasajes del Corán.
Cuando uno viaja a la capital egipcia se queda impactado viendo como los egipcios acuden a las mezquitas para orar en tanto en la calle el ruido de los coches y de las radios no para. Dos mundos se enfrentan en las calles y en el aire de El Cairo; todo un espectáculo. Recomiendo visitar varias mezquitas para conocer su transcendencia en el Islam.
Por su parte, los cafés tradicionales conforman parte del corazón de El Cairo. En ellos, los cairotas pasan el tiempo intercambiando chistes, conservando de todo tipo de temas, oyendo la radio, viendo la televisión o simplemente tomando algo. Representan el centro del comercio, de la tertulia, de la vida callejera en general.
En el Cairo, existen más de 30.000 cafés para todo tipo de clientes. El café, el té, los limpiabotas, los vendedores ambulantes, las pipas de agua (la shisha) y la radio son los elementos clave de todo café egipcio. Además, se puede jugar a las cartas, al backgammon (un juego muy seguido en Egipto) o al dominó.
Si uno quiere conocer la esencia de El Cairo, debe pasear por el mercado de Khan El Khalili y tomar un café o un té en cualquiera de sus cafés mientras observa como todo se mueve a su alrededor. Uno de los más conocidos es El Fishawi’s Coffeehouse, café fundado hace siglos, con viejos espejos en las paredes y un ambiente muy peculiar.
Foto vía The Guardian