Conwy es un pequeño pueblo pesquero defendido por los bastiones y las escenográficas ruinas de un castillo medieval en la costa norte del País de Gales. Así se presenta Conwy para el visitante que llega desde el este, atravesando el estuario del río que le ha dado su nombre, sobre el majestuoso fondo de los montes de Snowdonia.
El castillo y las murallas, erigidos por Eduardo I tras la unión de Gales e Inglaterra forman parte del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1986. Así, Conwy es un lugar para visitar, disfrutar y vivir. Si uno viaja al norte del País de Gales hacer un parada en Conwy.
El Castillo de Conwy es la más pintoresca y posiblemente una de las más hermosas fortalezas galesas. Est gran castillo fue erigido sobre un promontorio rocoso junto al río en 1283-1287. Los potentes muros de 5 metros de espesor y armados por 8 torreones cilíndricos lo dividen en dos sectores, Outer Ward e Inner Ward.
En este castillo, hay que visitar los restos del Great Hall, la West Barbican, la East Barbican, el King’s Hall. El castillo fue desmantelado una vez acabada la Guerra Civil en 1665.
El casco urbano de Conway bien merece un paseo. Destacan el aspecto ordenado y limpio de las calles que bajan al puerto. La fachada de la Plas Mawr ha recobrado su esplendor; se trata de un espléndido edificio isabelino (1576-1585). En las proximidades, en la esquina de Castle Street con High Street, se alza la Aberconwy House, una bella casa del siglo XVI.
La iglesia de St. Mary se encuentra en el centro de la ciudad, rodeada de un tranquilo cementerio; es un enorme edificio del siglo XIII, originariamente integrado en un monasterio cisterciense. Al puerto se asoma The Smallest House, la casa más pequeña de Gran Bretaña (3,05 metros de altura por 1,8 metros de longitud), habitada hasta 1900: la disposición de los objetos en su interior es una obra maestra del aprovechamiento del espacio.
Por último, sobre el río se levantan tres puentes: uno peatonal y conocido bajo el nombre de Conwy Suspensión Bridge; el del ferrocarril; y un tercero de 1958 destinado al tráfico rodado.
Foto vía Adicta al Chocolate