La península de Samaná , una de las regiones más preciosas de la República Dominicana, se encuentra en el extremo nordeste de la isla caribeña. La península queda partida en dos por la cordillera de Samaná. Los montes de la cordillera, cubiertos de cocoteros y pinos, descienden hasta las azulísimas aguas de la bahía de Samaná a un lado, y del Caribe, al otro.
Además, si se quiere disfrutar del mar, aquí se encontrarán magníficas playas e islas tropicales. Un lugar ideal para tomar el baño, bañarse y disfrutar de un día de playa en medio del Caribe. Un experiencia digna de ser vivida.
Cuando Colón desembaró aquí en enero de 1493 se encontró con la recepción hostil de los tainos, que lo acribillaron a flechazos; por eso bautizó el sitio como Golfo de las Flechas. En 1756, llegaron colonos blancos procedentes de las islas Canarias y fundaron la iudad de Santa Barbara de Sanamá, conocida como Samaná a secas. La mayor parte de la ciudad, reconstruida después del grave incendió que sufrió en 1946, no tiene demasiado interés.
Desde aquí salen excursiones en barco para avistar ballenas jorobadas: unos 3.000 ejemplares acuden a aparearse a la bahía y paren entre los meses de enero y marzo. Samaná es también el punto de partida para las excursiones que llegan hasta la isla de Cayo Levantado.
Desde Sánchez salen excursiones de un día al Parque Nacional Los Haitises, al sur de la bahía, un especio protegido con manglares y pequeñas calas, donde se podrán ver petroglifos y restos cerámicos. Se pueden contratar las excursiones en los complejos turísticos de Puerto Plata, Sosúa y Cabarete.
Finalmente, en la costa norte de Samaná está el complejo de Las Terrenas, con algunas de las mejores playas de la República Dominicana, que se extienden a lo largo de unos 12 kilómetros al este y al oeste.
Foto vía SchipholTickets