La isla de Vancouver, famosa por su atmósfera artística relajada, sus espectaculares costas y su manto de flores perenne, está separada de British Columbia, en el continente, por el estrecho de Georgia. Se encuentra a noventa minutos de Vancouver (Canadá) en el transbordador que cruza el estrecho de Georgia. También es conocida como «The Island» o «La isla».
Esta región es un paraíso de playas vírgenes y exuberantes selvas tropicales color esmeralda, abñada por el océano Pacífico. Allí se encuentran varias plantas y animales, las majestuosas montañas Olympic cubiertas de nieve, y brillantes bahías, ríos y lagos.
El variado ecosistema incluye tierras de cultivo, viñedos y praderas llenas de flores silvestres, permitiendo que sus visitantes puedan disfrutar del lujo, la variedad y la aventura de esquiar y jugar al golf en el mismo día. Toda una experiencia maravillosa.
La pintoresca capital, Victoria, en el extremo sur de la isla, ofrece una instantánea de Gran Bretaña con su histórico parlamento, sus calles estrechas llenas de cafés, pubs y coloridos jardines, y con su botes flotando tranquilamente en el centelleante puerto.
Aquí hay una gran cantidad de paisajs por contemplar, como el aclamado jardín botánico de Butchart, en el que hay más de un millón de plantas. Cada zona del jardín tiene una temática, como las rosas, los jardines japoneses o italianos, y todas están diseñadas artísticamente. Es especialmente espectacular verlo en los conciertos al aire libre que se celebran en las noches de verano, iluminado por luces de colores.
Además, el pueblo pesquero de Tolfino, situado en Clayoquot Sound, es un centro de ecoturismo. Las playas del sur de la ciudad son el principal atractivo de la zona, y además ofrecen la posibilidad de divisar ballenas y hacer surf.
En definitiva, la isla de Vancouver es un lugar realmente notable con muchas cosas para mantenerte ocupado y extasiado durante el tiempo que dure tu visita. Un destino para vivir y disfrutar.
Foto vía Absolut Canadá
