Tampere es una bella ciudad ubicada 175 kilómetros al norte de Helsinki, en el interior de Finlandia. Se trata de la tercera ciudad de Finlandia y una de más atractivas y más entrañables. Uno de sus monumentos más importantes es la Catedral.
En el 2007, la Catedral de Tampere cumplió su primer centenario y para dicho aniversario fue remozada. Quintaesencia del Jugend Style y del romanticismo nacional, obra de Lars Sonck, fue terminada en 1907, cuando Finlandia pertenecía todavía al Imperio ruso. Está abierta desde als 9.00 a las 18.00 horas; en invierno, desde las 11.00 a las 15.00 horas.
Recomiendo llegar por la Tuomiokirkonkatu, desde donde la vista del conjunto es magnífica. Se debe observar la forma original de sus ventanales y del campanario, así como el sabio motivo geométrico de la mampostería.
Sugiero entrar en la Catedral, andar hasta el altar y darse una vuelta. La catedral es casi cuadrada. Dos grandes pilares sostienen todo el edificio, dejando un amplio espacio central sin obstáculos. Además, sorprende la ausencia de motivos y referencias religiosos.
En esta catedral dominan la naturaleza y los motivos florales: vitrales, pilares, puertas y ventanas están adornados con flores estilizadas características del modernismo. La Santa Cena está simbolizada por un pelícano que alimenta a su polluelo con su propia sangre.
Asimismo, existen dos frescos bastante atrevidos, tanto por lo que representan como por la interpretación que se ha realizado de ellos. El fresco que adorna la barandilla de la tribuna representa a 12 niños desnudos, cosa que en su época causó un tremendo escándalo; simbolizan las 12 maneras de soportar el fardo de la vida.
El segundo fresco, el Jardín de la Muerte, chocó porque representa a la muerte de manera bastante provocativa. El más famosa es, sin embargo, el fresco de El Angel herido.
Finalmente, en esta Catedral finlandesa se celebran notables conciertos; hay un programa disponible en la oficina del turismo o en la misma iglesia.
Foto vía Tripadvisor