El Museo Británico es uno de los más grandes museos del planeta, no sólo por el volumen de los tesoros que posee sino también por la calidad de sus colecciones. Si uno visita Londres (Inglaterra) debe acudir de forma ineludible este museo; saldrá encantado.
La entrada al Museo Británico resulta gratuita. Se llega a través de las estaciones de metro de Russell Square, Holborn o Totteham Court Road. Además, se puede ir en taxi o dando un paseando por las calles londinenses. Ubicado en Bloomsbury (en Russell Street), el edificio actual es de 1823, y supone un magnífico ejemplo de arquitectura neoclásica del siglo XIX.
El Museo Británico abre todo el año de sábados a miércoles desde las 10:00 a 17:30 horas; y jueves y viernesde desde las 10:00 a 20:30 horas. Cierra el 25 de marzo, el 24 y 26 de diciembre y el 1 de enero.
La colección se inició en 1753 cuando Hans Sloane cedió su amplia colección de pintura y antigüedades al Parlamento a cambio de muchos menos de su valor real. Luego, se añadieron otras colecciones, como la Royal Library, cedida por Jorge II. La colección pronto fue demasiado extensa para acogerla en el antiguo edificio, y Rober Smirke comenzó a trabajar en el edificio actual.
En la décad de 1880, la colección de historia natural se trasladó a a un nuevo edificio en South Kensington, y el Museo Británico se centró en coleccionar, albergar y proteger tesoros de todo el mundo. En los últimos tiempos, la British Library se ha trasladado y el espacio que ocupaba se ha convertido en el Great Court (Gran Patio). En su centro se halla la abovedada Reading Room (sala de lectura).
Finalmente, el museo alberga algunos artefactos de valor incalculable, como los mármoles de Elgin del Partenón de Atenas, la Piedra Rosetta, una magnífica colección egipcia, una cabeza gigante de la isla de Pascua y los tesoros de Sutton Hoo, entre las 70.000 piezas exhibidas en sus galerías. En total, incluyendo cuadros y dibujos, la colección contiene más de siete millones de piezas.
Foto vía Londres City