El «Sarcófago de los esposos» es una de las joyas que se exhiben por primera vez en Roma, capital de Italia, en la exposición «Los Etruscos y el Mediterráneo. La ciudad de Cerveteri», que descubre varios secretos de esta civilización antigua. La muestra, que ha sido posible merced a la colaboración de Roma con el Museo del Louvre de París, se podrá visitar hasta el 20 de julio en el Palacio de Exposiciones de Roma.
La exposición cuenta con 450 piezas entre esculturas, cerámicas y orfebrería encontradas en la región central de Italia y en otros lugares del Mediterráneo, que se conservan en diversos museos de todo el mundo. Vasijas, monedas, joyas, cuadros y esculturas que recrea la forma de vida etrusca en Cerveteri, una ciudad del norte del Lazio, en la provincia de Roma, en la que se halla la necrópolis de la Banditaccia, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2004.
Esta muestra revela varios algunos de los secretos de este pueblo, que alcanzó su cénit en el siglo VII a.C., pero del que no se ha podido establecer la fecha de su origen. Amantes del lujo y de los grandes banquetes, los etruscos fueron un pueblo muy religioso que creían que los difuntos emprendían, tras su muerte, un singular viaje a ultratumba.
Su fe en la existencia del más allá se ve claramente en el «Sarcófago de los esposos», procedente del Museo del Louvre y que consiste en una urna funeraria del siglo VI a.C., esculpida en terracota pintada y que por primera vez se expone fuera de París. La urna está decorada con la escultura de dos esposos recostados, con rostros sonrientes y ojos almendrados, cuyos cuerpos voluminosos, tallados con sumo detalle, contrastan con la ausencia de relieve en las piernas.
También sobresale la escultura en piedra «El león funerario», que data del siglo VI a.C. y que fue descubierta en el 2012 en Cerveteri. Este félido de piedra mide 113 centímetros de largo y 54 de alto, y presenta a un león en posición de guardián, con la cabeza alzada y las fauces levemente abiertas. Además se pueden presenciar otras esculturas como «El busto de Héracles», que se expone en el Museo del Louvre, «Cabeza femenina», procedente del Museo Nacional Etrusco de Vía Guilia (Roma) o «Tres bustos de guerreros», propiedad del Museo Nacional de Berlín.
Foto vía La túnica de Neso