El Lago Turkana, una joya keniata

Surgido como un espejismo en medio de un amplio paisaje lunar de volcanes extinguidos y hechos de lava, el lago Turkana es el lago desértico más grande del mundo. El Turkana,  Patrimonio de la Humanidad y el lago más septentrional del valle del Rift de Kenia, es un espectáculo extraordinario.

Conocido también como «mar de jade» por su gran variedad de tonos azules y verdes producidos por las algas que contiene, el lago Turkana recibe sus aguas del río Omo y, al no tener salida, su nivel fluctúa dependiendo del caudal de precipitaciones de Etiopía.

Asimismo, está ampliamante extendida la creencia de que fue aquí donde el ser humano caminó erguido por primera vez. La mejor época para ir es de octubre a abril para ver las aves migratorias. Por su parte, los cocodrilos incuban en abril y mayo.

Este escenario tipo «parque jurásico» del lago, que acentú su espectacularidad gracias al enorme contraste con su estéril entorno, tiene su origen en la prehistoria. Asimismo, se trata del mayor lago alcalino del mundo. 

El lago fue descubierto por los occidentales en el año 1888 cuando un explorador austríaco encontró cráneos y huesos humanos, y se hizo famoso ochenta años después por el conocido descubrimiento de restos fósiles de tres millones de años de antigüedad que hizo Richard Leaky, en sus excavaciones de Koobi Fora.

Hoy en día, los visitants llegan al lago Turkana atraídos por su población de 22.000 cocodrilos del Nilo, a los que hay que añadir hipopótamos, serpientes venenosas, cebras comunes y de Grevy, jirafas reticulata, camellos y más de cuarenta especies distintas de peces. También se pueden admirar muchas aves acuáticas migratorias, como las bandadas de flamencos.

En definitiva, un lugar maravilloso inmerso en el corazón de Africa que nos atrapará y cautivará de principio a fin. Un sitio que nunca olvidaremos.

Foto vía Desde Colindres

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