Estambul, a caballo entre dos continentes, es punto de encuentro entre Oriente y Occidente. La estratégica posición de esta preciosa ciudad turca en el estrecho del Bósforo, bañada por el Cuerno de Oro y el Mármara, ha marcado su historia y también su fisonomía y su carácter: mitad europea, mitad asiática.
Es ciudad de larga historia, y a cada paso salen al encuentro los testimonios de su esplendoroso pasado: las ruinas de la antigua Bizancio, edificios, torres y callejas medievales, cientos de mezquitas, los palacios de los sultanes otomanos, los bazares, …
La primera impresión que tendrá el viajero al llegar a Estambul a buen seguro será caótica. Pero, curiosamente, dentro del caos reinante casi todo funciona sin grandes complicaciones.
La zona más carismática está constituida por la Punta del Serrallo y Sultanahment. La primera albega el enorme complejo que conforma el Palacio de Topkaki, con sus jardines y museso, entre ellos el fabuloso Museo Arqueológico de Estambul.
Sultanahmet cosntituye el centro histórico de la ciudad. La plaza de Sultanahment, llamada así en honor del sultan Ahmet I, alberga frente a frente dos de los monumentos cuya visita es ineludible: la basílica de Santa Sofía y la Mezquita Azul, ambas situadas junto al Hipódromo.
Zonas más céntricas con Beyazit y sus alrededores, Emimönü y Beyoglou. En Beyazit se hallan lugares tan destacables como el Gran Bazar, la Universidad y el complejo de la mezquita de Solimán, todo ello ubicado en los alrededores de la plaza y la mezquita de Beyazit.
Por su parte, Beyoglu es un auténtico museo al aire libre, compuesto por bellísimos edificios, mezquita, iglesias y sorprendentes paisajes, cuyo corazón es la vital Istiklal Caddesi.
Además, hay que fijarse en la muralla de Teodosio; la iglesia de San Salvador; el centro de peregrinación del Islam, Eyüp; y la orilla meridonal el Cuerno de Oro con los distritos de Fener y Balat.
El mítico estrecho del Bósforo, con 31 kilómetros de longitud, constituye el final de Europa y el comienzo de Asia. A lo largo de sus orillas europea y asiática se asientan varios pueblos, que en realidad son barrios residenciales de la ciudad.
Si estas planteando un viaje a Estambul te recomendamos que cojas algún día más de vacaciones para poder disfrutar no sólo de la bella Estambul sino también de visitar otras ciudades y rincones con encanto que te ofrece Turquía, como hacer varias excursiones en Capadocia, ver Efeso (y la Casa de la Virgen María), y Pamukkale (lugar que no deja indiferente a nadie). Aunque lo más recomendado es que lleves contratado un tour desde origen, bien planificado y sin dejarte en el olvido aquellas ciudades y destinos que son de obligado cumplimiento visitar. Por Internet podrás encontrar el tour más completo para visitar toda Turquia y al mejor precio.
¡Que disfrutes de Estambul y sus ciudades cercanas!
Foto vía: jorgetutor.com
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