Tarso, un histórico enclave turco

Tarso es una ciudad de Turquía ubicada sobre el mar Mediterráneo en la costa de Adana . Hoy en día es una moderna ciudad industrial, si bien antes  fue un notable centro intelectual de la cuenca mediterránea, especilamente durante el dominio seléucida, época  en la que acogió una de las escuelas más sobresalientes de la filosofía estoica.

Tarso fue anexionada en el año 64 a.C.  al Imperio Romano. A comienzos del siglo I, aquí vio la luz Saulo, después   santificado con el nombre de Pablo. Después, perteneció a los caballeros de la Cruzada, los bizantinos, los armenios, los mamelucos y los otomanos.

A la entrada de Tarso, se conservan a los restos de una puerta romana, denominada “San Pablo” o “Cleopatra” pues, según cuenta la leyenda, esta reina llegó a las puertas de Tarso y atravesó el arco para ver  a  Marco Antonio. En dirección a Adana se accede al puente de Justiniano, una bonita obra reformada durante el dominio del Islam.

El museo de Tarso, ubicado en una madrasa del siglo XVI, contiene artículos de vidrio y cérámica, esculturas de bronce, además de  objetos artísticos islámicos, monedas y joyas.

Por la misma calle, se encuentra la Ulu Camii o gran mezquita, erigida en el siglo XVI sobre los cimientos de la catedral de San Pablo y en la que sobresale  un minarete anterior. Más adelante,  se halla el Kirk Kasik, un mercado cubierto de la misma época, que ha sido  reconstruido en los últimos años.

Al norte de la calle principal se ubica  la Kilise Camii, la antigua iglesia de San Pedro, un edificio armenio con una arquitectura bastante refinada, que fue convertido en lugar de culto islámico en el siglo XV.

Finalmente, en Gözlükule, al sureste de la ciudad, se han descubierto vestigios de época hitita, así como de algunos restos de las termas griegas y parte del muro de un  teatro romano.

Foto vía Arca Universal

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