Patmos es la isla situada más al norte de las islas del Dodecaneso (Grecia). Las islas parecen conectadas, como perlas en un collar, entre Satmos y Rodas, frente a la costa sudoeste de Turquía. Se trata del lugar en el que San Juan Apóstol escribió el Apocalipsis.
La isla cuenta con una atmósfera mística, como de otro mundo, y muchos visitantes afirman haber tenido sueños extraordinarios vividos en ella. Se puede llegar en hidrodeslizador desde Samos o en transbordador desde Kos hasta el puerto de Skala. La mejor época para viajar allí es de abril a octubre por su benigno clima.
En el año 1088, el emperador Alexis I Commenus le cedió Patmos a San Christodoulos, para que fundase un monasterio en honor a San Juan. Este escogió un sitio espectacular que domina toda la isla. Hoy en día, todavía se practican ritos ortodoxos griegos casi iguales a los del siglo XI.
El monasterio fortificado está compuesto por varios edificios. Aparte de la iglesia principal, en la que se puede ver el sarcófafo de Christodoulos, la capilla de Theotokos, contiene frescos bizantinos de la Virgen María que se descubrieron en 1958, después de un terremoto. Existen otros tesoros en la biblioteca y el tesoro.
También la cueva del Apocalipsis es un lugar de peregrinación. En ella San Juan escribió el libro del Apocalipsis después de que Dios le hablara desde una grieta en la pared de roca. En la entrada de la cueva se alza la capilla de Santa Ana, del siglo XI. La próxima escuela de Patmos se estableció en 1713 como seminario, y sus estudiantes han llegado a los rangos más importantes de la iglesia ortodoxia griega.
Finalmente, Patmos y los islotes que la rodean contienen maravillosas bahías resguardadas, ideales para nadar y tomar el sol alejado de las típicas aglomeraciones. Una isla que merece visitar y disfrutar durante el verano.
Foto vía Yachts-sailings.com