Las islas Cook forman un archipiélago situado en el océano Pacífico Sur, entre Hawái y Nueva Zelanda. Cuenta un sistema de gobierno democrático-parlamentario en libre asociación con Nueva Zelanda.
El turismo es la principal fuente de ingresos de estas islas, por encima del negocio de bancos, perlas y las exportaciones de productos del mar y frutas exóticas.
El archipiélago se puede dividir en dos grupos. El grupo del norte es ideal para exploradores, escritores y artistas pues los seis atolones casi sin explorar. El atolón más grande es Penrhyn con una mplia laguna azul de unos 233 kilómetros cuadrados. Manihiki es famoso por la producción de collares de perla negra y Pukapuka por tener su propia lengua.
Por su lado, el grupo del sur es una mezcla de atolones de coral e islas volcánicas con un agradable clima, magníficos paisajes y con una cálida acogida por parte de sus lugareños. Aquí están Rarotonga y Aitutaki, en la que se halla una de las lagunas más bellas del planeta.
Además, en las islas Cook se puede disfrutar de la tranquilidad tumbándose en una de sus impresionantes y apacibles playas. Asimismo, se puede practicar deportivos acuáticas, snorkel, windsurf y kayak. Incluso en le interior de Rarotonga se puede disfrutar con el senderismo, la mountain bike o un paseo a caballo por las preciosas aguas turquesas de sus lagunas.
Por otra parte, se puede comprar la sobresaliente artesanía local en sus agitados mercados. También uno debe imbuirse en las tradiciones de las islas que son una mezcla de origen polinesio y europeo reflejado en la danza y festividades.
Por último, hay que degustar los platos típicos en cualquiera de sus restaurantes. Sobresalen los pescados adornados con ricas verduras de las tierras fértiles de Rarotonga.
En defnitiva, las islas Cook son un lugar tan lejano como maravilloso para ir de vacaciones y no olvidar jamás este viaje. Todo aquel que va allí, lo recuerda para siempre.
Foto vía Turismo de Oceanía